Basado en la recreativa
Kung-Fu Master de Irem aparecida durante 1984, en su paso a NES el año
siguiente pierde la última palabra del nombre, algo de detalle
gráfico y, afortunadamente, poco más.
Estamos ante un beat'em
up sencillo con un estilo muy clásico algo limitado en cuanto a
movimientos. Patadas, puñetazos, saltos y golpes a ras de suelo es
todo el elenco con el cuenta el protagonista, Thomas, para tratar de
salvar a su novia Sylvia secuestrada por Mr. X. El argumento está
tomado de la película 'Wheels on Meals' (Los supercamorristas)
protagonizada por Jackie Chan.
A lo largo de 5 niveles
recorreremos cada una de las plantas de una pagoda. El desarrollo es
completamente horizontal sobre un suelo liso sin ningún tipo de
obstáculo más allá de los adversarios. Éstos se suceden en
abundancia para tratar de cortarnos el paso y hacernos bajar nuestro
medidor de salud ya sea a base de golpes o de molestos agarrones. Al
final de cada una de estas fases nos espera un enfrentamiento contra
un jefe que tratará de impedir que sigamos adentrándonos en el
edificio.
Técnicamente es un
arcade limitado sin apenas destacar en materia gráfica. Sprites
parcos en detalle con movimientos en consonancia se suceden sobre
escenarios sin apenas decoración y haciendo un uso escaso de la
paleta de colores de la consola. Los enemigos menores se repiten con
parca variedad. En cuanto a sonido cuenta con una melodía pegadiza
que se repite sin cesar a lo largo de toda la aventura lo que acaba
por cansar. Los efectos de sonido son también sencillos y, más
bien, exiguos
Pese a que todo lo dicho
podría llevar a pensar que estamos ante un mal juego la realidad es
bien distinta ya que en su simpleza radica también su grandeza. Un
buen control junto con una dificultad perfectamente medida nos
invitan a recorrer los pasillos de la estancia una y mil veces.
Aunque su duración sea corta cuenta con 2 grados de dificultad bien
diferenciados sobre los que optar además de que, una vez completado
el recorrido inicial, se nos incita a continuar la aventura
recomenzando desde la primera planta con mayor cantidad de oponentes.
Un número junto a un dragón sirve de indicador para saber cuántas
conclusiones hemos alcanzado. Es por ello que su, en principio,
exigua vida puede alargarse hasta más allá de lo previsto.
Kung Fu fue uno de los
primeros cartuchos que aparecieron para NES, durante el mismo año de su salida en el mercado norteamericano, y su marcada estética ha
hecho sencillo diferenciarlo a lo largo de los años. No es uno de
los grandes pero sí tiene algo especial que consigue que se le
recuerde tras casi 30 años además de haber marcado el camino para
un género que, evolucionando desde la base del título que nos
ocupa, ha conseguido obras brillantísimas con las que deleitarnos.
Nunca está de más rendir pleitesía a algunos de los pilares sobre
los que se sustenta nuestro hobby.
Jejeje,este lo tenia yo,menudos vicios me echaba con el,no es que fuera muy bueno cómo ya dices en el aticulo,pero adictivo si que lo era si,jajaja,y es porque antes nos conformabamos con poco.
ResponderEliminarTenía algo que enganchaba. De tan simple que es al final resulta atractivo y todo. Antes se le pedía bastante poco a los juegos. Con que entretuviesen era bastante. Hoy día nos perdemos entre efectos gráficos y argumentos peliculeros pero, en ocasiones, dejamos de lado el factor que debería ser más importante: la diversión.
EliminarGracias por tu comentario :)
Pues aun asi ahora es cuando más se critican los videojuegos,que si es muy lineal,que si es igual que este otro,que el control es dificil,etc... Antes era como si te dijeran -ahí tienes el juego y esto es lo que hay,si tienes cojones lo acabas,jajaja.
EliminarY lo mejor es que los acabábamos por lo civil o por lo criminal :D
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