¡Qué país y qué desgobierno!

Desde que hemos conocido la regulación para "limitar" la financiación a través de crowdfunding se sabía que detrás había gato encerrado. Debe ser complicado legislar según presiones del lobby de turno, ese que a base de sobres financia campañas electorales y paga caprichitos, pero que también exige favores y marca la hoja de ruta.


Dicen las malas lenguas que iniciativas como "15MpaRato", la cual ha logrado a base de este tipo de financiación sentar en el banquillo a R. Rato, ese ejemplo de qué no hacer en una entidad financiera, no han gustado nada desde ciertos sectores. Y lo mismo con otra "eminencia" del capital como Miguel Blesa. Ya sabemos que todo lo que sea ir contra los suyos da mala imagen, mientras mostrar cuán atrasados se han quedado en el correr de los tiempos es lo común para estos impresentables. Nada saben, nada quieren saber y además se jactan de su ignorancia.

Si para salvaguardar intereseses de ricos hay que llevarse por el camino a cualquier pequeño emprendedor con una idea, se considera un daño asumible. Total, ni que un gobierno hubiese de trabajar para el ciudadano. Así que nada, que esos desarrolladores de juegos independientes vuelvan de nuevo a llamar a la puerta de los bancos para pedir créditos con intereses abusivos, y que les sean denegados en el mejor de los casos o les pidan avalar hasta con su mismísima alma. Ésto o que opten como otros muchos por abandonar el país, claro.


Cuando en alguna ocasión alguien se pregunte, inocente él, para quién se mueve esta gente, que eche un vistazo a los que componen el séquito de las visitas oficiales a países fuertes. Porque siempre son los mismos. Jamás se verá echar una mano a Pepito Pérez, pero a las empresas del IBEX (ACS, Iberdrola, Inditex, Sacyr...) las que hagan falta.

Nuevos palos en las ruedas que desde los medios generalistas no saben cómo "vender" para que no se les note demasiado el plumero. 

¡Qué país y qué desgobierno!