A raíz de las palabras de Konami sobre 'Tomar riesgos con Castlevania evitó que se convirtiese en otro caso Mega Man', lo cual dicen con cierto tono de satisfacción, me he vuelto a preguntar por enésima vez en los últimos tiempos: ¿por qué no dejan de destrozar la esencia de los que un día fueron juegos míticos y se dedican a tratar de crear, si son capaces, nuevas franquicias con las que dar rienda suelta a esos deseos de “novedad”? (así, entre comillas).

Tomar los valores de Castlevania y desterrarlos por completo para realizar un hack&slash al uso es absolutamente prescindible. Vestir como novedoso algo que no es más que coger prestados aspectos vistos en títulos conocidísimos como God of War no es, precisamente, para sacar pecho. Y desde luego tomar un nombre que para muchos evoca una época de gratos recuerdos para construir algo vacío e insustancial no es más que dejar presentes las carencias de esos que en estos tiempos aún se llaman a sí mismos creadores. 


Desgraciadamente convertir nombres clásicos en mediocridades irrespetuosas se ha convertido en un recurso de nuestros días casi tan al uso como la venta de juegos por fascículos (penosos DLC's...). Con las nuevas máquinas a la vuelta de la esquina no están tardando en aparecer los que serán sus acompañantes, entre los cuales seguramente estarán los sospechosos habituales: Forza Motorsport 5 o 6 (¿contamos Horizon?), Halo X (no sé ni cuantos van aunque ellos nombran al último como 4), el enésimo FIFA de fútbol, algún otro Metal Gear y Final Fantasy...

¿De verdad el jugador desea ésto o se le condena a jugar a lo mismo una y otra vez? En mi memoria tengo muy presente, por ejemplo, el día que conocí Tekken y el enorme paso que supuso Tekken 2, e incluso su tercera parte, para Playstation. Pero más allá de ahí y en los subsiguientes... ¿hay algo que recordar? Cualquiera sabe diferenciar entre Super Mario Bros y SMB 2. Pero, ¿y entre Megaman 7 y 8? Entre FIFA 2008 y 2009 ni pregunto... 


Esta industria cada vez es más ruín y sabe usar los medios a su alcance para llevar a la inmensa mayoría de gamers actuales por unos caminos fuertemente marcados. No se desea que alguien rejuegue sus obras, se prefiere darle lo mismo (y ésto en el mejor de los casos) antes de permitirle acudir a sus recuerdos. Call of Duty Modern Warfare supuso una evolución tanto en el modo campaña como en el extraordinario multijugador disponible. Con las versiones posteriores carentes de originalidad se fulmina la buena sensación que podía dejar ese título y, al final, con tal de lograr ganancias millonarias se olvidan de la importancia de transmitir un legado.

Sigamos con ejemplos que son, lastimosamente, abundantes. Resident Evil tuvo sus momentos de gloria bajo unos esquemas muy concretos: ¿merecía Resident Evil 2, en mi humilde opinión el mejor exponente real de la saga, tener que compartir franquicia con medianías como RE 6? Para pegar tiros no hace falta manchar un nombre. O el pobre Larry, magnífico exponente de aventuras gráficas sobre unos patrones clásicos, ¿debía acabar en un bodrio como Leisure Suit Larry Magna Cum Laude? ¿Los chicos de Final Fight no tuvieron bastante con los insulsos 2 y 3 para SNES que había que pisotearlos con Final Fight Revenge o Streetwise? 


Afortunadamente entre la vulgaridad reinante, y haciendo bueno el dicho "la excepción que confirma la regla", de vez en cuando se alcanzan cotas de excelencia como el paso de Link de las 2D a las 3D con Ocarina of Time; o de otra manera Mario que pese a sus numerosísimas apariciones al menos sigue manteniendo el alma que un día lo encumbró y aún se puede reconocer quién fue.

Más de dos o tres títulos por saga debería estar penado por ley. Shinobi, The Revenge of Shinobi, Shadow Dancer, Return of Ninja Master... ¿Alguién recuerda más allá de ahí? ¿Por qué el empeño en hacer barbaries como Shinobi X para Saturn o las infamias que visitaron Game Boy Advance y Playstation 2?

Alex Kidd in Miracle World es brillante. ¿Lo sería igual si hoy en día el personaje hubiese derivado en un mercenario de alguno de los shooters clónicos que aparecen día sí y día también? Gracias Sega por retirarlo a tiempo. 


Aunque lo parezca tampoco estoy en contra de todo. Trasportar ciertos caracteres como invitados bajo el manto de un nombre afianzado me parece interesante. Llevar al carismático Guy a Street Fighter Alpha 3 fue acertado a mi juicio, por ejemplo. Pero lo es tanto por la calidad intrínseca del juego como por mantener una identidad. E igualmente me parece positivo brindar a usuarios actuales obras del pasado con un nuevo lavado de cara técnico, los tan de moda remakes, siempre que respeten el original por completo.

Supongo que los únicos románticos de esta industria somos los jugadores.