En el mundo del cine son frecuentes las parodias de películas de todo tipo, sin importar género de pertenencia originario. Ejemplos hay a montones a poco que se empiece a pensar en ello.



Por su parte, en el campo de los videojuegos ésto es mucho más infrecuente. Y, si además, insertamos en la ecuación que el mercado al que se destine el producto sea el occidental prácticas de este tipo son meramente anecdóticas.

Es por ello que el protagonista de esta entrada es, aparte de una creación con unas cualidades incuestionables, toda una bendita rareza dentro del mundillo en que nos movemos. 

'Alex Kidd in Shinobi World' llegó a las tiendas en 1990, corriendo la propia Sega con las labores tanto de desarrollo como de distribución. El diseño es obra de Yoshio Yoshida, conocido por contar en su curriculum con trabajos como 'Castle of Illusion' y 'Land of Illusion', dos de los referentes de mayor importancia entre los plataformas de Master System.

Supuso la última aparición en la consola del personaje tras los discutibles 'The Lost Stars', 'BMX Trial' y 'High-Tech World'. Este último, en mi opinión, todo un incomprendido del catálogo de la 8 bits. Le dediqué el tiempo suficiente para acabarlo al final de la vida comercial de la máquina y, sin ser nada brillante, es una infantil aventura gráfica de tinte muy japonés (modificación de 'Anmitsu Hime') que se deja jugar y entretiene una vez conocida su particular  mecánica.



 

Argumento.

Un malévolo ninja logra escapar de su cautiverio tras 10.000 años de confinamiento. Y para celebrar su puesta en libertad no se le ocurre nada mejor que secuestrar a Stella, procedente del planeta Shinobi, y nueva novia del bueno de Alex Kidd.



Sin saber muy bien el por qué de lo acontecido Alex tropieza con el fantasma de un antiguo guerrero que logró parar los pies en el pasado a Hanzo, nombre del "angelito" con tendencias raptoras. Tras explicarle que el sacrificio de su pareja daría a Hanzo el poder que necesita para conquistar el mundo, el espíritu del viejo luchador se fusiona junto al cuerpo de Alex otorgándole la fuerza, coraje y habilidades necesarias para frustrar los planes del pérfido ninja oscuro.





Desarrollo.

Nos encontramos ante una caricatura de los arcades clásicos, tomando como base lo visto en 'Shinobi' y dotándolo de un estilo propio. La inclusión de Alex Kidd en la historia supone otorgar el peso comercial no sólo a la calidad intrínseca del cartucho sino también al tirón del carismático personaje emblema de la compañía por entonces.

En apenas 4 mundos (con 2 fases y un jefe final cada uno) condensa la acción de Shinobi, lo mejor de un plataformas puro de 8 bits y un toque de humor que lo hace agradable y desenfadado. 


En esta obra Alex no solamente lucha ante ninjas de diverso pelaje sino también bucea, nada, brinca y recorre estancias tanto exteriores como interiores (o como dirían en Fraggle Rock: "excavadas en la roca"). Calles repletas de malechores, un puerto marítimo o zonas montañosas serán algunos de los recorridos por los que el protagonista deberá deambular.
Durante el primer acto veremos algunos de los oponentes más habituales del arcade recreados para la ocasión bajo la estética de este nuevo juego. Así, la justificación del crossover y su nombre se manifiesta desde casi el primer instante. 



En su segundo capítulo, el recorrido 2-1 es una fiel recreación a lo visto en el nivel 2-3 de 'Shinobi', con el agua como protagonista y los ninjas buzo tratando de poner en problemas al protagonista con sus apariciones por sorpresa.

Por supuesto también posee tramos que se desmarcan de lo visto en la obra protagonizada por J. Musashi, primando la habilidad a la hora de saltar todo tipo de obstáculos desde andamios hasta puentes colgantes. Además recorridos sobre agua o zonas de fuego se suceden para dar variedad a las situaciones.



Alguno de sus jefes finales es una versión directa de lo que conocimos en la recreativa de Joe Musashi, eso sí con el estilo "super deformed" que impregna todo el programa.

En total cuenta con 4 bosses:



Kabuto: es toda una caricatura del primer jefe del 'Shinobi'  original tomando a un samurai que lanza bolas de fuego el cual posee dos estadios de forma, siendo diminuta la segunda de ellas. Como curiosidad, en un primer momento se pensó darle por nombre Mari-Oh, en clara referencia al personaje de la competencia. De hecho su ataque y sus dos tamaños son una clara referencia a la mascota de "Ninty". Al final, supongo que por no pillarse los dedos entre otras historias, prefirieron tirar por un camino distinto.



HeliEn esta batalla Alex ha de hacer frente a oleadas de pequeños "choppers" que salen de una nave que se asemeja a Madara (de 'Shinobi', inconfundible por su punto rojo en la frente) hasta eliminar a un número determinado. Muestran unas formas tremendamente parecidas a las del helicóptero principal de la "maca" de Irem de 1987 'Mr. Heli'. 



Robster: a través de sus saltos y lanzamiento de proyectiles trata de poner en apuros a Alex. Aquí el jefe que se "presta" a la burla es el samurai rojo Lobster.



Hanzo: en la cultura popular japonesa, Hanzo se considera el primer ninja. Es una figura habitual por lo que no es extraña su inclusión en distintos ámbitos (anime, manga, videojuegos, cine, literatura...) ya sea directamente o a través de referencias (espada Hattori Hanzo en la película 'Kill Bill', por ejemplo).

Igualmente guarda un sospechoso parecido con Kanzo Hattori de la serie Ninja Hatori, en televisión desde 1981 hasta 1987 y que en 1986 protagonizó un juego para NES desarrollado por Hudson Soft (cuya relación con Irem es de sobras conocida por cierto).




Aspectos técnicos.

Impecable en la búsqueda de una estética muy concreta, aunque sin alardes técnicos que resaltar. Muy colorido, modelos detallados, sprites de tamaño medio, scroll suave, ausencia absoluta de ralentizaciones y casi también de parpadeos (flickering) aunque con fondos no demasiado trabajados. Los personajes se muestran de forma clara, siendo fácilmente distinguibles características como las enormes orejas de Alex o los ojos de los enemigos. Se echan en falta mayor número de animaciones y acciones en los jefes finales. Demasiado simples en su resolución y puesta en escena, con la excepción de los numerosos sprites que llegan a poder juntarse en pantalla durante la batalla ante el segundo boss.



Las composiciones musicales son agradables. La remezcla del tema principal de 'Shinobi' está muy lograda y se adapta a la perfección al estilo del título. Los efectos de sonido cumplen sin más; probablemente, más allá del FX dedicado al ataque formando una bola de fuego, el resto son los estándar que suelen encontrarse para la 8 bits. En general, con todo, un correcto y aseado apartado sonoro.


Jugabilidad.

Es un juego corto: en aproximadamente 30 minutos puede terminarse. 4 actos con 3 subniveles relegando para el final de ellos un boss no dan para mucho. La cota de dificultad es media pero al ser el recorrido tan escaso no se precisan demasiadas repeticiones para aprender las rutinas, por lo que acaba por parecer más sencillo de lo que en realidad es. Existe la posibilidad de una única continuación desde el inicio del nivel en que se esté en caso de perder todas las vidas. 

Los patrones de ataque de los enemigos son sencillos y fáciles de memorizar. Es difícil que sorprendan al jugador aunque hay ocasiones en que es inevitable pasar por complicaciones.  


Jugablemente es una delicia. El control es muy preciso y los movimientos sencillos de dominar por lo que la aventura fluye de manera muy natural. Saltos, rebotes, disparos, "katanazos" y esquivas se suceden sin parones a lo largo de las 4 escenas a visitar. Como ofensivas especiales cuenta con un ataque que envuelve al prota en fuego y arrasa todo a su paso cuando éste se engancha a una farola/viga/cuerda/loquesea y empieza a girar; asimismo existe un item que desata un conjunto de pequeños tornados que posibilita acabar con lo que haya en el camino y volar por un tiempo limitado.


Conclusiones.

Tras haberlo rejugado hace escaso tiempo he de reconocer que lo recordaba algo más completo. Me sigue pareciendo un muy buen título pero en un hipotético top, propio, ha descendido algunas posiciones respecto a cómo lo hubiese colocado hace no mucho.

Para mí es la segunda incursión de mayor calidad de este personaje tras el inigualable 'Alex Kidd in Miracle World'. Por supuesto queda por encima del experimento sin éxito que resultó ser 'In The Enchanted Castle' para la 16 bits.

Se echan en falta un par de fases más que hubiesen conseguido dotar al cartucho de un tronío y poso mayores. Con algo más de trabajo y aspiraciones por parte del equipo programador podría haberse dado un referente más potente dentro de lo aparecido en los 8 bits. Para mí es lo que le impide alcanzar la gloria.




Hacer visitar a Alex los mundos del famoso ninja fue el cierre a una notable figura dentro de la Sega de mediados y finales de los ochenta. Si hacemos la analogía con el fontanero de Nintendo, sin salir del ámbito de las 8 bits, podemos encontrar entre ambos sujetos similitudes en el hecho de que contaron con una muy buena entrega inicial, una continuación a sus aventuras de menor brillantez, y un cierre de saga en que remonta nuevamente. Si bien 'In Miracle World', para mí, es superior a 'Super Mario Bros'; 'Super Mario Bros 3' lo es de este 'In Shinobi World'.

El presente crossover entre el Sr. Kidd y Shinobi supera jugablemente a la conversión arcade que toma como referencia aunque, en su conjunto, son obras bastante igualadas en calidad. Desde luego cualquiera de ellos se distancia de bodrios con los que convivieron como 'Shadow Dancer' y 'The Cyber Shinobi', que conformarían la tetralogía de 8 bits "seguera" de estos mundos de Joe Musashi y compañía.

En su momento no obtuvo el reconocimiento que por su calidad merecía, si bien el paso del tiempo le ha hecho justicia aupándolo entre las obras punteras de las que disfrutó la Master System. Una pena su escaso éxito comercial ya que nos privó de alguna otra incursión plataformera de la que es, para mí, la verdadera e indiscutible mascota del sistema.