Ahora que ya es oficial el remake HD de Castle of Illusion qué mejor momento para echar la vista atrás, concretamente 23 años, y recordar esa joya para Megadrive protagonizada por Mickey.

Coincidiendo con la llega a Europa de la nueva 16 bits de Sega en 1990 aparece en su catálogo un nuevo juego de Disney con el ratón animado más famoso como actor principal de la obra. Rápidamente se hace muy conocida y durante un tiempo este título fue buque insignia de la máquina debido a un despliegue técnico no visto hasta ese momento en ninguna otra consola.



Con un planteamiento sencillo dentro del género de las plataformas, categoría estrella para el entretenimiento doméstico consolero en esa época, y una cuidadísima puesta en escena los medios especializados del sector no tardan en encumbrar la maravilla realizada por Sega of America y automáticamente pasa a ser un referente y se convierte en un clásico del todavía escaso catálogo de Megadrive.

El argumento sobre el que se sustenta la historia es el secuestro de Minnie por parte de una malvada bruja. Sin dudarlo un instante Mickey se lanza en la búsqueda de su amada y llega a un castillo cuyas puertas esconden mundos mágicos y misteriosos y unas gemas que precisa. Reunir un total de siete de ellas posibilitará acceder a la torre donde se encuentra la hechicera. 



El cartucho consta de cinco niveles (seis si se cuenta como tal el enfrentamiento final) cada uno con su correspondiente jefe final para tratar de poner las cosas complicadas. Derrotar a esos grandes enemigos tendrá la recompensa de una gema. Para las restantes nada como recorrer un poco los mapeados hasta dar con ellas. A lo largo del título visitaremos localizaciones como un bosque encantado, un mundo de juguetes donde arriba y abajo pueden variar, una biblioteca, una zona en la que todo es de caramelos y dulces, un mundo en el que el agua se torna protagonista o un castillo. La duración de estas fases es media aunque cinco se antojan algo escasas vistas en su conjunto. Además la dificultad para recorrerlas no es muy alta por lo que el juego puede ser acabado sin demasiado problema en un tiempo escaso. En menos de una hora puede terminarse este pequeño relato digital en cuanto se conoce un poco el patrón de ataque de los jefes finales que son los que pueden ponernos en algún apuro al enfrentarnos a ellos por primera vez.

Como mencioné anteriormente el desarrollo es el de un clásico plataformas, pudiendo acabar con los enemigos ya sea saltando sobre ellos o utilizando elementos arrojadizos como manzanas. Algunos niveles permiten variar la mecánica y pasar de tanto salto y plataforma a sumergirnos y nadar. Si bien no es una obra que sorprenda por su originalidad cuenta a su favor con un excelente control del personaje lo que hace muy agradable acompañar al ratón a través de esta aventura. 



Técnicamente destaca por su colorido y detallados sprites con los fondos de los escenarios también llenos de vida, elementos animados y distintos planos de scroll. En su momento fue un referente gráfico y aún hoy no desentona en absoluto mostrando unos gráficos 2D muy convincentes. Las melodías,muy en la linea Disney, sirven de perfecto acompañamiento a lo que acontece en pantalla.

Para concluir dejar constancia de que las máquinas de menor potencia de Sega, Game Gear y Master System, también contaron con su versión de Castle of Illusion siendo completamente distintas en el diseño de niveles a la de 16 bits manteniendo como nexo común el argumento. También fueron títulos excelentes que exprimían al máximo los 8 bits.