1986 fue el año elegido por Konami para dar comienzo a una de las sagas más conocidas y reconocidas del mundillo de los videojuegos. Muchos han sido los títulos de indudable calidad que han visto la luz a lo largo de más de 25 años para sistemas de todo tipo con el nexo de unión del clan Belmont formando parte de ellos. Originariamente el primer Castlevania vió la luz en Japón sobre la Famicom Disk System para posteriormente, al año siguiente, dar su salto al formato cartucho.

La historia transcurre en el año 1691. Tras 100 años de tranquilidad se cumple la profecía y Drácula vuelve a hacer acto de presencia regresando a su castillo para, desde allí, sembrar el mundo de caos y horror. Para hacerle frente surge Simon Belmont, miembro de un clan encargado de restablecer el orden desde mucho tiempo atrás, el cual porta consigo el mítico látigo "Vampire Killer". Y así, camino hacia el castillo del Señor de la Oscuridad, comienza la aventura. 


A lo largo de 6 fases, divididas en 3 niveles cada una, se desarrolla este título de plataformas y acción en dos dimensiones el cual nos lleva a recorrer la mansión del vampiro hasta dar con él. Pero antes de poder darle caza muchos enemigos nos esperan tras cada puerta, desde Medusa hasta La Muerte, deseosos de cerrarnos el paso y de alejarnos del mundo de los vivos.

Pese al paso de los años este primogénito Castlevania presenta un aspecto gráfico sólido y magnífico a niveles generales. Sprites detallados de manera muy correcta y sorprendentes modelados para algunos de los enemigos finales destacan sobremanera en esta primera entrega. Los fondos y escenarios cumplen lo que se espera de ellos, sin alardes. El principal lunar de este apartado es la escasa paleta de colores que hace que todo luzca un tanto falto de variedad cromática, aunque con los años eso al final ha hecho que forme parte del encanto del juego y sea una de sus señas características. 


La banda sonora es destacable y, aunque sin la brillantez de entregas posteriores, merece la pena detenerse en ella y escuchar las melodías originales.

Mantiendo un sistema lineal recorreremos una tras otra las estancias de la mastodóntica construcción subiendo y bajando escaleras, dando saltos entre plataformas, recopilando corazones, consiguiendo diferentes armas y mejoras, y poniendo fin a toda suerte de seres de ultratumba. Al final de cada nivel se encuentra un jefe que, tras vencerlo, nos permitirá continuar nuestro camino.

En su conjunto presenta una dificultad exigente especialmente a partir del quinto capítulo, con un enfrentamiento al final del mismo que puede hacer perder los nervios a más de uno. Exceptuando momentos puntuales todo puede ser superado sin demasido esfuerzo premiando más la precaución en la acciones que el ser alocados. El control de Simon es bueno y salvo por lo limitado de algunas acciones (únicamente hace uso del látigo hacia delante y los saltos son un tanto rígidos) puede guiársele sin problemas a lo largo de los escenarios. 


Jugablemente, incluso a día de hoy, resulta tremendamente divertido ser partícipe de la historia que dió comienzo a una estirpe de juegos míticos. Bajo un planteamiento clásico se nos reta a mostrar nuestra habilidad hasta ser capaces de vencer a Drácula. Aunque en ocasiones pueda ser frustante nada nos impedirá desear jugar una y otra vez hasta dar por concluída la aventura. El hecho de no ser, objetivamente, largo justifica en parte lo complicado de algunas zonas. El perder todas las vidas y querer continuar la partida nos llevará a tener que comenzar desde el principio aquella fase en que nos encontrásemos.

La mezcla de todas sus virtudes y defectos ha conformado un verdadero clásico dentro del catálogo de NES que se extendió con prontitud a todo tipo de formatos e historias. Probablemte, tras la saga de Mario, los Castlevania hayan sido el conjunto de títulos más importante para los 8 bits de Nintendo (codo a codo con Megaman).

Sobre la base de esta obra se realizó una especie de remake unos años después para Sharp X68000 del cual podéis leer aquí el análisis que este mismo blog realizó hace poco.