Panic Restaurant, conocido en Japón como Wanpaku Kokkun no Gourmet World es un juego de plataformas desarrollado por Taito para NES que apareció en el mercado en el año 1992.
La historia del chef Cookie,
que así se llama el protagonista, se ambienta entre fogones e
ingredientes dentro de una cocina encantada por obra del chef
rival Ohdove. A través de 6 niveles, y teniendo como aliados
en forma de armas tenedores, cucharas o platos, Cookie deberá visitar
distintas zonas de su propio restaurante hasta dar caza al culpable
de este caos.
Técnicamente muestra un trabajo notable dentro del catálogo de la 8 bits de Nintendo con coloridos gráficos, detallados entornos y una fluidez en el devenir de la aventura solamente empañada por ciertas ralentizaciones y flickering puntuales, algo propio del sistema en que nos encontramos por otra parte. Aún así el conjunto cumple con nota. En cuanto al sonido unas melodías pegadizas y agradables nos acompañan mientras repartimos estopa a enemigos de los más variados grupos de alimentos.
Como he mencionado anteriormente el juego se desarrolla a lo largo de 6 fases no excesivamente largas al término de las cuáles nos espera un gracioso enemigo final. Al concluir cada nivel nos encontramos con una máquina tragaperras en la que gastar las monedas que hayamos ido recogiendo la cual nos ofrece suculentos premios. También existen minijuegos como recoger huevos o pescado repartidos como bonus a lo largo de los escenarios. La mezcla de plataformas con acción, además de la estructra de los niveles, recuerda bastante a un referente dentro del catálogo de NES: Megaman. Aunque eso sí, todo es mucho menos extremo que en las entregas de la obra de Capcom. Es un título bastante asequible en cuanto a dificultad con únicamente un aumento de la misma a partir del quinto capitulo con algunos momentos puntuales algo más complicados (esos tenedores en forma de pinchos junto con el terreno resbaladizo a veces juegan malas pasadas). En alrededor de una hora puede finiquitarse la aventura sin excesivo esfuerzo.
Conseguirlo actualmente en el mercado es tarea complicada no porque escasee sino porque su cotización está en aumento y tratar de hacerse con uno completo no baja, normalmente, de las 3 cifras, máxime si también se pretende aunar un buen estado del mismo, aspecto cada vez más difícil debido a la fragilidad de las cajas de cartón de los cartuchos de NES.
Técnicamente muestra un trabajo notable dentro del catálogo de la 8 bits de Nintendo con coloridos gráficos, detallados entornos y una fluidez en el devenir de la aventura solamente empañada por ciertas ralentizaciones y flickering puntuales, algo propio del sistema en que nos encontramos por otra parte. Aún así el conjunto cumple con nota. En cuanto al sonido unas melodías pegadizas y agradables nos acompañan mientras repartimos estopa a enemigos de los más variados grupos de alimentos.
Como he mencionado anteriormente el juego se desarrolla a lo largo de 6 fases no excesivamente largas al término de las cuáles nos espera un gracioso enemigo final. Al concluir cada nivel nos encontramos con una máquina tragaperras en la que gastar las monedas que hayamos ido recogiendo la cual nos ofrece suculentos premios. También existen minijuegos como recoger huevos o pescado repartidos como bonus a lo largo de los escenarios. La mezcla de plataformas con acción, además de la estructra de los niveles, recuerda bastante a un referente dentro del catálogo de NES: Megaman. Aunque eso sí, todo es mucho menos extremo que en las entregas de la obra de Capcom. Es un título bastante asequible en cuanto a dificultad con únicamente un aumento de la misma a partir del quinto capitulo con algunos momentos puntuales algo más complicados (esos tenedores en forma de pinchos junto con el terreno resbaladizo a veces juegan malas pasadas). En alrededor de una hora puede finiquitarse la aventura sin excesivo esfuerzo.
Conseguirlo actualmente en el mercado es tarea complicada no porque escasee sino porque su cotización está en aumento y tratar de hacerse con uno completo no baja, normalmente, de las 3 cifras, máxime si también se pretende aunar un buen estado del mismo, aspecto cada vez más difícil debido a la fragilidad de las cajas de cartón de los cartuchos de NES.
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