La máquina arcade Commando, realizada por Capcom, aparece en 1985 para que los usuarios puedan dar rienda suelta a su sed de guerra. Un run & gun de perspectiva isométrica y scroll vertical, sencillo pero adictivo, sin más pretensión que la de hacer pasar un frenético rato a cualquiera que introduzca una moneda en su cajetín.

Las adaptaciones para sistemás domésticos son muchas y variadas: Amiga, Atari 2600, ZX Spectrum, Atari ST, Commodore 64... y la que sirve de excusa para la realización de este artículo, la aparecida para Amstrad CPC.

La compañia Elite fue la encargada del desarrollo de la versión para la máquina de 8 bits del fabricante inglés. Sigue fielmente la linea del arcade y consigue trasladar la acción y caos del original a los circuitos del ordenador. 


El argumento que sirve de excusa al festival de disparos que resulta el juego es bastante simple. El protagonista es un soldado llamado Super Joe el cual aterriza en una selva hostil desde un helicóptero de la cual debe tratar de salir vivo ante el asedio de cientos de soldados enemigos que le aparecen a su paso. Sin más ayuda que su subfusil con munición ilimitada y unas cuantas granadas de mano, las cuales por suerte encuentra repartidas en abundancia en distintos puntos del recorrido, ha de plantar cara a un numerosísimo ejército deseoso por darle caza.

La mecánica de los niveles, 8 en total, es similar entre ellos. Se empieza desde un punto A y hay que llegar hasta un punto B que representa el final del área. Una vez se llega allí aparece un portón del que brotan gran cantidad de personajes hostiles con los que hay que terminar. Una vez superado ese desafío Super Joe se traslada a la siguiente fase. Tras la consecución de todos los escenarios se reaparece de nuevo en el primero, aunque renombrado como nueve y con mayores aprietos, para continuar la partida. 


Se trata de un shooter puro donde priman los reflejos ante todo. Una grandísima cantidad de balas y soldados harán su aparición al recorrer la jungla siendo la misión del jugador esquivar y acabar con todo lo que se mueva.

Pese a ver reducida su calidad gráfica respecto a la máquina recreativa el título luce correcto sobre el CPC. Es capaz de mostrar en pantalla una enorme cantidad de sprites de manera simultánea. En ocasiones ésto ocasiona algunas ralentizaciones que, afortunadamente, no llegan a ser molestas ni afectan a la jugabilidad. En cuanto al apartado sonoro posee una melodía que nos acompañará en todo momento y unos efectos sonoros casi inexistentes. 


El punto fuerte del programa es su excelente control. A una capacidad de movimiento en 8 direcciones se suma un botón de disparo y otro de bombas, las cuáles siempre se lanzan hacia la zona superior de la pantalla. Sencillo, efectivo y suficiente para tratar de hacer frente a las hordas enemigas. Aunque la dificultad es muy alta, al limitado número de vidas inicial es fácil sumarle nuevas tras lograr ciertas puntuaciones, por lo que la duración de la partida puede extenderse con la suficiente habilidad. En ocasiones resulta frustrante pero con práctica y paciencia puede avanzarse bastante en la aventura.

La ausencia de distintos tipos de armamento y la encorsetada mecánica hacen que Commando peque de repetitivo, aunque el suponer un desafío dada su dificultad consigue que se desee volver a él para tratar de llegar cada vez más lejos.