Nuevas consolas, mismos juegos

Este mes llega la nueva oleada de consolas que tienen revueltos los foros de medio mundo. Amparadas en un hardware bastante limitado si se las compara con el de un PC medio actual vienen a cubrir un hueco aún innecesario ya que su oferta de salida es, a todas luces, escasa.

La actual generación de Xbox 360 y Playstation 3, cuya longevidad ha sido elevadísima, mostraba desde hace tiempo precisar una renovación. Pero, vistas las máquinas propuestas desde Microsoft y Sony, ¿son ésas las que van a comandar el cambio que desde ciertos sectores se pedía?

Hasta este instante lo presentado es, en su mayoría, tan continuista de lo implantado que apenas consigue interesar al indeciso. Las consolas de hoy han sido las que han convertido en rutina jugar a lo mismo una y otra vez. Ínfima originalidad de las propuestas cuya linea parece ser la destinada a seguir por las que se encuentran a la vuelta de la esquina.

Los mismos COD's, Battlefield's o Assassin's Creed's que muchos tienen ya en sus discos duros serán piedra de toque de las nuevas máquinas. Se coge lo ya programado, se le activan ciertas opciones que le laven un poco la cara como si de un compatible con mejor gráfica se tratase y... ¡tachán!, ya está aquí la siguiente generación.

¿Novedades jugables? ¿Apuestas arriesgadas? No, gracias. Han tenido tiempo de sobra para preparar el desembarco y da la impresión de que todo se ha hecho deprisa y corriendo.

Xbox One anuncia a bombo y platillo 'Forza Motorsport 5' al que si le quitas cuatro superfluos efectos de luz podría correr sin problemas en el hardware actual. También 'Ryse: Son of Rome', el "Gears of War" de romanos que antes de salir ya parece viejo.

Para Playstation 4 tenemos... un... ¡shooter! 'Killzone: Shadow Fall' viene a ser otro más dentro de un saturado género en el que cuando parece que ya no cabe ninguno más... ¡sorpresa! Más de lo mismo.

Por supuesto no es lo único. "Gracias" a la llegada de estas consolas se podrá jugar a FIFA o a NBA 2K, títulos que muchos parecen resignados a comprar (de nuevo) para alimentar su flamante juguete. Ya se sabe que el que no se consuela es porque no quiere.

En fin, estrategias planteadas a mi juicio de forma horrible para el usuario pero perfectas desde el punto de vista de las empresas y el burdo negocio.

Nada llama la atención y de antemano las limitaciones, que parecen ser una constante y eso que ni han pisado los comercios aún, están haciendo estragos en unas y otras. Eso sí, los fieles seguidores no paran de buscar excusas para reinventar la rueda y explicar el por qué de las cosas. Es muy ingenuo pensar que lo que hoy va a 720p de resolución con una tasa de imágenes de 30 por segundo mañana lo hará a 1080p/60fps manteniendo o superando calidades. Y es que no sólo las herramientas de programación mejoran sino también la demanda de los desarrolladores en cuanto a recursos.

No auguro un gran futuro a estas máquinas y me da que podemos asistir a una de las gens más cortas vividas hasta la fecha. Y en breve, aquel discurso recurrente válido para Wii acerca de que con su escaso poderío técnico no podía ser apta para los autodenominados hardcore, lo veremos saltar de nuevo a la palestra pero para defender, por aquellos mismos, justamente lo contrario.