¿Tienes fiebre? ¿Nauseas? ¿Dolor de cabeza? Quizá va siendo hora de que el Dr. Mario se encargue del problema. Unos virus graciosos pueden ser una lata si no se les pone remedio a tiempo. Para ello un fontanero enfundado en una bata blanca puede ser la mejor solución por disparatado que parezca. Esperemos que la ley de incompatibilidades no tenga nada que decir al respecto.
21 niveles de dificultad, 3 tipos de velocidad seleccionables y 2 variantes musicales son las opciones que componen este sencillo título creado por Nintendo en 1990 que vió la luz en sus sistemas NES y Game Boy. Bajo la simple premisa de formar grupos de, como mínimo, cuatro entre píldoras y microbios buscando la igual pigmentación del conjunto para hacerlos desaparecer, comienza esta obra de lógica e inteligencia que es desafiante y desquiciante a partes iguales.
Cada una de estas cápsulas posee dos
partes que pueden ser del mismo o de distinto color. De su rotación
y alineación adecuadas depende limpiar la pantalla de virus. Rojo,
amarillo y azul son los tonos elegidos en la máquina de sobremesa;
mientras que para la portátil se optó por blanco, negro y gris,
aunque más preciso sería decir claro, oscuro e intermedio rallado debido a
la pantalla monocroma verdosa de la Game Boy original.
El número de estos microbios aumenta conforme avanzan los niveles y dificultad llegando a un máximo de 84 para una misma fase, que no está nada mal, y cuya resolución puede mantenernos entretenidos durante un buen rato.
El número de estos microbios aumenta conforme avanzan los niveles y dificultad llegando a un máximo de 84 para una misma fase, que no está nada mal, y cuya resolución puede mantenernos entretenidos durante un buen rato.
Pese a la sencillez aparente se esconde
un sistema un tanto complejo y profundo en que la rapidez de reflejos
y mental prima sobre cualquier otra cualidad. Apoyado por un control
preciso y un apartado técnico sencillo pero suficiente la adicción
puede llegar a cotas altísimas. Terminarlo al completo es un reto
que gustosamente se acepta.
Compartir partida con un segundo jugador aumenta aún más la diversión demostrando quién es más veloz eliminando gérmenes durante tres rondas. Los duelos y "piques" en este modo puedan ser tremendos.
Compartir partida con un segundo jugador aumenta aún más la diversión demostrando quién es más veloz eliminando gérmenes durante tres rondas. Los duelos y "piques" en este modo puedan ser tremendos.
Sin demasiadas pretensiones Nintendo
consiguió un título con el que rompernos la cabeza apareciendo la
mascota de la compañía para darle más empaque. Perfecto tanto para
casa como para la calle, es una entrega a la que no le pesan los años
y cuya capacidad de atracción sigue intacta.
Yo lo tengo en game boy repetido en 2 cartuchos de varios juegos en 1, me parece un gran juego y muy adictivo pero tambíen muy difícil, nunca e conseguido terminarlo ni siquiera en nivel low aún así ahora me has picado y voy a volver a intentarlo. Diferentes versiones hay de este juego, la más reciente para Nintendo 3ds aunque me sigue pareciendo mejor y más carismática la version de Game Boy, quizá por nostalgía de niñez; ánimo a cualquiera que sea fan de Mario a que lo pruebe y lo disfrute ya que es una propuesta distinta a lo que se refiere a juegos de Mario.
ResponderEliminarPrecisamente también lo tengo en un cartucho como los que mencionas para Game Boy (la de vida que daban ese tipo de cartuchos a nuestras consolas) e igualmente para mí la versión más "auténtica" es la de la pequeña de pantalla verde.
EliminarLo cierto es que de dificultad cuando era crío no me parecía demasiada pero a día de hoy es otro cantar xD Es agobiante incluso a niveles bajos. Pero "pica" y engancha ya que es sencillo en el planteamiento pero complejo en su resolución. Una joya.
Un saludo y gracias por el comentario :)