Si hay una saga conocida dentro del género que se ha dado llamar Run & Gun (corre y dispara) antes de la eclosión del todopoderoso Metal Slug es, sin duda, la de Contra/Gryzor/Probotector de Konami. Siendo el original una obra de 1987 aparecida en los salones recreativos con indudable éxito, las versiones domésticas del mismo no tardaron en llegar siendo la objeto de este análisis, la de MSX2, una un tanto diferente a las demás y con una personalidad propia muy definida.
En 1989 Konami decidió portar a una máquina para la que trabajaba a menudo su arcade y, para ello, trató de explotar al máximo las virtudes de la segunda generación del microordenador de 8 bits. Tras el grato recuerdo por el buen trabajo que llevó a cabo con la adapatación de Vampire Killer (Castlevania/Akumajou Dracula) en 1986 optó por seguir la fórmula del mismo y desechar el scroll de pantalla habitual en favor de un desarrollo sobre pantallas estáticas. Pero esa no sería la única notable diferencia entre esta versión para MSX2 y el resto.


Las peculiaridades van desde el añadido de un nivel de vida (en el que, por cierto, los enemigos hacen menos daño que las balas algo que es de sentido común pero que no muchas veces se aprecia en los juegos de este tipo), armas distintas (y poder elegir en ocasiones con cuál se desea contar a través de un menú), así como también mayor número de áreas y una variación en su estructura optando por hasta cuatro escenarios "3D", varios con desarrollo vertical, dos niveles en un volcán, distintos enemigos finales y un largo etcétera.

En total se pueden llegar a recorrer hasta 19 fases si somos lo suficientemente hábiles, lo cual no es tarea sencilla. Nuestro número de vidas se limita a 3 y no existen continuaciones, lo que sumado a un grado de dificultad bastante alto hace que la misión de concluir el cartucho se torne complicada. Aún así un control adecuado, con algún problemilla para apuntar donde queremos al saltar si se producen ralentizaciones, junto con lo variado de los mapeados invitan a jugar una y otra vez tratando de llegar más y más lejos.


Técnicamente es muy vistoso con un uso del color adecuado y un modelado de sprites y escenarios que recuerda muchísimo al original. En ocasiones, como he mencionado, muestra algunas ralentizaciones cuando se juntan en pantalla enemigos y disparos en abundancia así como también tendencia al flickering en esos momentos. Aún así no es algo que entorpezca el nivel de diversión que se puede lograr a los mandos de este juego. La música raya también a gran altura recreando las melodías clásicas.

Para concluir solamente me queda recomendar esta versión de Contra a todo aquel que no la conozca ya que debido a sus variaciones respecto al referente del arcade la convierten en algo único y singular. 

* Nota: la foto de cartucho, caja y manual está tomada de un anuncio de ebay.