En una época en la que el género de lucha 1 contra 1 estaba dominado por el todopoderoso 'Street Fighter 2' aún quedaban compañías dispuestas a discutirle la hegemonía pese a saber que las opciones de ganar el pulso eran escasas. Si actualmente estamos acostumbrados a ver a las mismas franquicias año tras año sin nadie que se atreva a plantarles cara (casos de FIFA y PES por ejemplo, que ya pueden sacar las mayores bazofias que nadie más se atreve a buscarse un hueco) por suerte ésto no siempre ha sido así y gracias al inconformismo de compañías como Midway hemos podido disfrutar de una serie de entregas tan notable como Mortal Kombat.

Con una identidad propia muy marcada y unas características incapaces de dejar indiferente se presentó en 1992 como arcade probando suerte en los salones recreativos. Velozmente se hizo un hueco gracias a un sistema de juego rápido y directo y a unas señas inconfundibles en la saga: la sangre y los fatalities, crueldad en estado puro, amén de unos gráficos fotorrealistas. Todo ello unido proporcionó una estética que daría que hablar durante mucho tiempo.

El argumento cuenta que durante numerosas generaciones se ha celebrado un torneo creado por los dioses ancianos, llamado Mortal Kombat, en el que se enfrentaban los guerreros de la Tierra contra los guerreros del Outworld de Shao Kahn. Se decidió que si el Outworld ganaba diez veces consecutivas el torneo podría invadir la Tierra y gobernarla. Tras ganar al gran Kung Lao, un monje Shaolin, los guerreros del Outworld, con Goro y Shang Tsung a la cabeza vencieron nueve veces consecutivas, pero hay una nueva generación de luchadores de la Tierra liderada por Liu Kang, que supone una seria amenaza para los planes de Shao Kahn. 


El plantel de luchadores lo componen un total de siete personajes seleccionables (Liu Kang, Sonya Blade, Scorpion, Sub-Zero, Johnny Cage, Kano y Raiden) más uno oculto (Reptile*) además de los jefes (Goro y Shang Tsung). A diferencia de lo visto en la obra de Capcom las acciones en el título de Midway suceden a altas revoluciones. Se potencian los combos y los movimientos letales, se premia el ataque ante la defensa, cubrirse es penalizado en casi cualquier circunstancia con la pérdida de salud... El espíritu que envuelve a esta serie posee unas personalidad propia que lo convierte en un referente por sí mismo.

En el cuadro de peleas hay que luchar ante 6 personajes, después contra el propio seleccionado (mirror), más adelante 3 disputas denominadas 'endurance' en las que hacer frente a 2 rivales alternativamente usando la misma barra de energía, y por último, se pasa a los combates ante los jefes. En mitad de este desarrollo también aparece algún bonus con el que despachar unos ladrillos. Superar todo ésto con una moneda era una tarea sólo apta para los más capaces. 


Al final de los enfrentamientos se invita al jugador, con las palabras "Finish Him", a terminar con su adversario de la manera más cruel y espectacular posible. Para ello puede optarse por un movimiento especial conocido como "Fatality" el cual dará como resultado la muerte del rival ya sea quemado, decapitado, etc. Incluso ciertos escenarios pueden interactuar para este fin permitiendo, por ejemplo, enviar al oponente a una caída de gran altura en cuyo fondo aguardan una serie de cuchillas.

Técnicamente descatan los gráficos, con un nivel de realismo hasta entonces nunca visto. La representación de lo que ocurre es magnífica, los personajes perfectamente creíbles, el brotar de sangre genialmente reproducido, los fatalities con un toque gore espectacular... Además los sprites muestran un tamaño generoso y unas animaciones muy conseguidas. Algún cuadro de animación extra sí se echa en falta al igual que una mayor variedad en la gama de golpes básica, ya que en este primer capítulo todos los combatientes elegibles comparten los mismos movimientos diferenciándose únicamente en los especiales y finales.Los escenarios por su parte, siendo un total de seis, pese al buen nivel general pecan de ser excesivamente estáticos, sin elementos móviles en ellos.

El apartado sonoro no queda atrás destacando unas muy frecuentes voces digitalizadas de tremenda calidad. Éstas se usan tanto para la voz en off como para ciertas frases de los protagonistas. Se reproducen con una claridad extrema y una interpretación que encaja perfectamente en el contexto del juego en que nos movemos. 

Para el control se opta por utilizar cinco botones: dos de puño, dos de patada y, he aquí otra de las novedades más características, un botón exclusivo de bloqueo que además también es aprovechado para ciertos fatalities y acciones. Una vez se conocen los golpes de los luchadores y se acostumbra uno al ritmo, la jugabilidad y adicción aumentan de manera exponencial. Además la dificultad para terminarlo por completo es más alta que en otras muestras del género por lo que Mortal Kombat encierra diversión para mucho tiempo.

Midway dió en la diana al hacer hincapié en una actitud completamente opuesta a la del referente del momento. Arriesgó, y mucho, con un planteamiento salvaje, gore, duro. Se alejaba de lo políticamente correcto para defender una idea propia. Y le salió más que bien. Tras el primero después llegaron muchos más, tantos que hacer un recuento sería una labor tediosa. Incluso en la actual generación de consolas se ha podido ver una entrega de muy alta calidad siguiendo fielmente el espíritu del que dió comienzo a la saga. El éxito llevó la serie hasta el cine en 1995 aunque la calidad de la película no fue la esperada.


*Pelear contra Reptile: Jugar en el modo 1P vs. CPU hasta combatir en el escenario El Pozo. Debe pasar alguna de las sombras por la luna (bruja, vaca, santa claus, peter pan, cometa, ovni, etc) allí consigue una Double Flawless sin usar el botón de Bloqueo, pero en la segunda victoria utiliza el Finish, y ejecuta un Fatality (el Stage Fatality no cuenta). 


Nota: las imágenes que acompañan este artículo han sido tomadas de mkw.